El Viaje
Cada vez menos desconocido, como si de ser amigos por obligación se tratara.
Si éste es el Camino y el otro lado es El Viaje, posiblemente dónde llegar también exista.
Si la muerte es mujer no puede esquivar ser seductora.
Muestra sus herramientas, sus vicios profanos son como oasis en el tiempo.
El guerrero no teme, no puede temer, solo avanza en busca de su ilusión, de su querer.
El guerrero no cree, tiene que creer.
Así es el credo de quien va, sabiendo que a la vuelta del recodo puede estar esperandolo el portal, el paso. El guerrero va igual, sin dudar, con la sonrisa a flor y el pecho herguido de avanzar.
Indudable muestra de vida y obra los frutos que asoman. Así, nos llamó para que observemos a sus hijos, a esos en quién él había logrado depositar sus movimientos.
La energía enceguece a quién no la domina. También lo hace con quien cree dominarla.
La energía se muestra brillante en quien la adora, respeta y la exhibe en su mejor forma.
Así es mas dulce la vida, así es mas cercano el viaje.
Antes del después pude verlo comiendose las rutas como una yarará lanzada al vacío, como las manos, como la fuente, siempre con espacios despejados para que la energía nueva encuentre sitio donde anidar.
Mostró a sus hijos, no en su mejor momento, los mostró aprendiendo a caminar, es decir, en el mejor momento, quizas el más importante, que es cuando se comienza a aprender.
Antes había logrado sentir un poco el significado de la palabra hermano dicha por quien la usa más amenudo.
En estos últimos sorbos de vino, logré hermanarme con algunos hermanos de ese hermano. Lo vi a él mismo como practicaba la hermandad, incluso con recien conocidos.
Pude vivir a travéz de ellos dos lo que sentian, como lo sentian, por qué y para qué lo hacían.
Me dio mucha emoción ver que no hace falta tener conciencia de iniciado para gozar de esos privilegios. Vi a la bruhjería haciendo su trabajo mejor, dando vida a la vida. Haciendo que dos o mas logren superar el tiempo, haciendo que puedan vibrar juntos en una sintonía superior, que sin dejar de ser brujería se entrena, aprende y mama con el Karate, con nuestro querido Karate-Do, tan distante y malo con algunos, como tan benefactor con otros.
Para no ser tan abstracto en el relato, les voy a contar lo que vi tal cual sucedio en un momento:
Le pedí a Carlos que me acompañe afuera del estadio porque yo me iba a fumar un cigarrillo y para dar lugar a un acontecimiento que tenía que suceder allí sin saber yo de qué se trababa. Así lo hicimos y nos quedamos a un costado de la puerta. En ese momento sale Marcelo y cruzamos un par de palabras hasta que Carlos y Marcelo se adueñan del espacio, del momento, de la charla, solo están ellos en el mundo. Marcelo le obsequia una calco de un club de motoqueros - motociclistas, dice él - Carlos le hace preguntas que no entiendo muy bien, pero la conversación sigue sin importar nada. Marcelo le dice que en un par de semanas en su ciudad hay una fiesta que dura algo así como tres días. Ellos usaron la palabra, como medio para abrir esos canales que a veces pueden tardar dias, años o toda una vida para que dos personas terminen siendo íntimos.
Yo los vi, puedo dar fé y si fuera necesario proyectar esos momentos como una película, porque sucedió así. A mi me llamó mucho la atención porque no todo el mundo puede lograr eso, son estados muy delicados, frágiles, momento muy finos, reservados solo para algunos elegidos.
Sé que en un momento los envidié, quizás por saber que no solo a mi me pasan esas cosas.
Me sentí felíz, por tener la posibilidad de presenciar algo tan especial y saber que entrenamos para hacer algo más que respirar.
En otra entrada les voy a comentar otra vivencia de Marcelo, para que quienes no lo conocieron, puedan tener una pequeña idea de lo especial que es entre nosotros.
OSS